Con argumentos que fueron parte del discurso utilizado para generar el golpe de Estado en 2019, esas mismas personas como Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho buscan nuevamente convulsionar el país, sostuvo este lunes la exministra de Medio Ambiente y Agua, Mabel Monje.
«Por eso preocupa que los políticos que gestaron disturbios en 2019 como (Carlos) Mesa y Fernando (Camacho) están con el mismo enfoque de querer convulsionar le país», afirmó en la entrevista que concedió al programa Liderazgo de Mujer.
La exautoridad con la Constitución Política del Estado (CPE), en mano, afirmó que en 2019 no hubo sucesión constitucional para que Jeanine Áñez sea designada como nueva Jefa de Estado tras la renuncia de Evo Morales (10 de noviembre de 2019); por el contrario se tomó esa decisión al vulnerar todos los preceptos constitucionales y interrumpir un mandato que debía concluir en 22 de enero de 2020.
“En todo esto jugaron un papel importante los representantes diplomáticos y en espacial la Iglesia Católica que tuvo una participación importante en todo este proceso”, dijo al mencionar que los opositores justifican la ascensión de Áñez en base del artículo 169 de la Carta Magna, extremo que en su criterio y con la Constitución en mano demostró que no dice lo que se pretende difundir a través de los medios.
“En ninguna parte dice que la segunda secretaria pueda asumir el Mando del Estado, porque además en esa oportunidad se obligó a que varios de seguros sucesores renuncien porque en muchos de los casos fueron amenazados y hostigados”, dijo.
Monje afirmó que previo a las elecciones del octubre 2019 se trabajó un discurso que apuntaba al fraude y de esa manera se acuñó este argumento que tuvo como protagonistas a las entonces autoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que suspendieron el conteo rápido de votos bajo el denominativo de TREP.
“Este elemento sirvió para que la oposición colocara su discurso de fraude y así lo manejó para causar el revuelo que terminó con la renuncia del presidente Evo”, sostuvo al mencionar que a la par de este tema tuvo como cómplices a los delegados de la OEA que vivieron para verificar su hubo fraude.T
Tema que en su criterio nunca lo demostraron porque no hallaron indicios, solo menciona que hay irregularidades; pero el mensaje estaba incorporado en el imaginario de la gente que creyó ese argumento e impulsó las revueltas callejeras, sostuvo.
“En esto participaron exdefensores, políticos y la propia iglesia Católica que urdieron la renuncia de Evo Morales con la trampa del TREP”, dijo.
Todo este proyecto de desestabilización, sostuvo la exautoridad de Estado, se enmarca en lo que se ha llegado a denominar como golpes blandos, es decir, método para la toma del poder a través de tres elementos: uso de la tecnología (difusión masiva de mensajes de desinformación a través de las redes sociales), uso de los medios de comunicación (puntales en la difusión de mensajes que van en contra del gobierno) y guerra psicológica (mentalizar a la población en base a un discurso, en este caso el tema de fraude).
“Este argumento fue desbaratado con el triunfo de Luis Arce y demuestra que no hubo fraude en las elecciones de 2019”, afirmó.
Caso Áñez
Todo este análisis surge a partir de la aprehensión y posterior detención preventiva de la expresidenta Jeanine Áñez en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes, donde deberá permanecer por cuatro meses, tiempo en el que se debe investigar su participación en la instigación para hacerse del poder. Al igual que dos de sus excolaboradores que fueron remitidos a la cárcel de Dan Pedro en La Paz.
Según Monje, por todos los antecedentes antes mencionados, existen las evidencias respectivas para establecer que se urdió el plan para que Áñez tome el poder en medio y así se dio, porque su designación se dio sin que se haya cumplido con la normativa de reunir al pleno de la Asamblea Legislativa tuvo que haber leído la carta de renuncia de los exjefes de Estado (Evo Morales y Álvaro García Linera), extremo que no se lo hizo, más aún cuando se impidió que los legisladores de la bancada del MAS ingresen a la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Posterior a ello, dijo que se vino la represión al pueblo y mencionó como principal responsable a la administración de Áñez que promulgó el Decreto Supremo 4078 que autoriza a las Fuerzas Armadas realizar operaciones en la búsqueda de restablecer el orden público. La norma exime a los militares de cualquier «responsabilidad penal» y autoriza el uso de armas letales para el cumplir con esa orden.
“Eso fue la carta blanca para que los militares usen sus armas de fuego contra el pueblo, por eso queremos que se conozca la verdad de los hechos y por lo ocurrido en Senkata, Sacaba y pedregal es que se debería ampliar los delitos con Áñez, porque acaso quienes murieron no son bolivianos”, sostuvo al señalar que los responsables de estas muertes como el exministro de Gobierno Arturo Murillo y el de Defensa Fernando López “paguen por lo que hicieron”.
Por eso convocó a la población a revisar todos los testimonios y publicaciones de prensa, escrita y oral sobre lo ocurrido para que sepa lo que ocurrió verdaderamente durante esas luctuosas jornadas de octubre y noviembre de 2019.