La presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), Zulema Alanes y el investigador, Bruno Rojas, coincidieron en señalar que un estudio realizado en 2023 el sector de los periodistas que ha sentido la precarización de sus condiciones laborales y el deterioro de la calidad de su trabajo.
Amabas afirmaciones, fueron expresadas en dos entrevistas realizadas en el programa Liderazgo de Mujer, en homenaje al Día del Periodista que se celebró el pasado 10 de mayo.
“Estamos golpeado, ocho de cada diez periodistas están en situación de precarización laboral (..) Ha cambiado la situación de los medios de comunicación”, dijo Alanes al cuestionar algunas políticas estatales referidas a la difusión publicitaria.
Desde su punto de vista esa situación ha sido utilizada para estrangular a los medios de comunicación obligándoles a cerrar, lo que repercute directamente en los trabajadores porque quedan desempleados.
En referencia al estudio, Rojas dijo que el proceso de preca¬rización laboral que se consolidó en Bolivia como una forma perversa de sobreexplotación de la fuerza de trabajo en beneficio de los empresarios y del Estado como empleador. “Los periodistas constituyen un buen ejemplo de la precarización laboral y el deterioro de la calidad del empleo que viene afectando a los profesionales.
Tanto Alanes como rojas coinciden en señalar que los datos proporcionados por el estudio se basaron en la información y los testimonios compartidos por periodistas de todo el país que participaron en cinco talleres de diagnóstico participativo y en entre¬vistas realizados en los meses de septiembre y octubre de 2023. “Ahí se pudo conocer que el sector entró progresivamente en crisis”.
Según el estudio este pro¬ceso está fundado, esencialmente, en la flexibilización de las condiciones de trabajo: cambios drásticos en las formas y condiciones de contratación y uso de la fuerza de trabajo (nuevos contratos con salarios reducidos sin bonos, sin seguro de salud y sin aportes al sistema de pensiones, otros).
En la externalización y tercerización de fases y tareas propias de la actividad principal de la empresa relacionadas a la producción de información, en condiciones de extrema precariedad laboral. Incluso aquellos emprendimientos periodísticos personales y colectivos que se consolidaron en estos tiempos, recurrieron y recurren también al trabajo flexible y tercerizado para operar y subsistir.
Crisis
Ambos entrevistados, mencionar que existen otros elementos que también condujeron a la situación actual del sector de los periodistas. Entre las causas principales de la crisis y la reestructu¬ración de las empresas de medios figuran:
i) los cambios que han significado la comunicación virtual y de las “redes sociales”, que impactaron en las formas de consumo de la información y en la publicidad;
ii) el control y la manipulación política de la publicidad estatal por los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), que derivó en censura, autocensura y en el debilitamiento de los ingresos económicos de las empresas;
iii) el cambio en el “modelo de negocios” en el sector, es decir, el cambio en las formas “tradicionales” de venta de publicidad, que dio lugar a otras estrategias de generación de ingre¬sos económicos y de ganancias; y
iv) la crisis sanitaria del COVID-19, que contribuyó con sus fuertes consecuencias económicas. Para los periodistas significó la precarización de sus condiciones de trabajo y la vulneración de sus derechos laborales.
Inestabilidad sin derechos
Pero la situación no queda ahí porque se identificó que Gran parte de los periodistas consultados coinciden en enfatizar que los contratos de trabajo indefinidos o de mayor duración se redujeron ostensiblemente dando paso a contratos eventuales, a plazo fijo, al teletrabajo y a modalidades tercerizadas, como el freelance.
