Los once meses que vivió el pueblo boliviano luego de las frustradas elecciones del año pasado demuestran que el gobierno de Jeanine Áñez “fue un accidente histórico”, sostuvo la investigadora Eliana Gutiérrez en declaraciones al programa Liderazgo de Mujer.
Al parecer que se quiere reproducir un escenario de descontento, similar al que se vivió el año pasado luego de las anuladas elecciones que fueron calificadas de fraudulentas por un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Por eso Gutiérrez consideró que el tema es complicado toda vez que son grupos radicales de Santa Cruz y Cochabamba que buscan anulación de las elecciones del pasado 18 de octubre donde el binomio del Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) ganó con el apoyo del más del 55% de la preferencia electoral.
Afirmó que, en Santa Cruz, el epicentro de las protestas donde el Comité Cívico Pro Santa Cruz declaró paro cívico escalonado en demanda de una auditoría electoral, existe una pelea de logias, unas representadas por los cívicos, otro por los líderes de la Unión Juvenil Cruceñista y un tercer flanco a la cabeza de la Gobernación cruceña.
“Todos estos grupos estñan al margen de los verdaderos intereses y necesidades del pueblo cruceño. Un pueblo que no termina de recuperarse por la pandemia y convocan a una movilización que solo busca satisfacer apetitos personales”, afirmó.
Calificó de hipócrita esa postura cuando sus electos diputados y senadores juraron a sus cargos, mientras afuera convocan a movilizaciones. “No se entiende su doble moral”.
“El año pasado nadie pudo comprobar el fraude y ahora vuelven con ese mismo discurso además de cuestionar algunas modificaciones que no se pueden realizar porque por encima esta la Constitución y lo que demandan, los dos tercios está vigente”,señaló.
En cuanto al cierre de gestión y el informe que dio este jueves la presidenta Áñez, Gutiérrez a tiempo de calificarla de “desastrosa” por el mal manejo económico que hizo, toda vez que cuando se hizo cargo de la administración del Estado las cuentas fiscales en Bolivia se encontraban en alza e iba a ser nuevamente el país de mayor crecimiento de la región.
A ello, mencionó que se suman los casos de corrupción que rodearon a este Gobierno e indicó el caso de los respiradores españoles (luego chinos), la compra de gases lacrimógenos (que le costó el cargo al exprocurador José María Cabrera por denunciar irregularidades en esa compra y apunto al ministro de Gobierno Arturo Murillo); además de la suspensión, sin explicación, de las empresas estratégicas como de Urea y Amoníaco, o de YPFB.
Asimismo, cuestionó el pésimo trabajo que se hizo con el sector salud donde muchos profesionales perdieron la vida y cusas demandas utilizadas como bandera para golpear el gobierno del MAS, en esta gestión no fueron mencionadas, por el contrario sus dirigentes como Luis Larrea calló.
“Por todo veo una imagen con pena porque los bolivianos tuvimos que vivir una experiencia que no la necesitamos y fue un organismo internacional como la OEA que nos llevó a vivirlo. Hemos sido estafados y situaciones que se deberán conocer en los próximos días y el pueblo tiene que sentirse vivo se necesita reactivar la familia. Por eso esperemos que la posesión este domingo transcurra con normalidad y luego conocer los informes de ministerios”, acotó.