Los comicios a celebrarse el próximo domingo 18 de octubre no es cualquier elección porque en medio está el tema de la identidad que resurgieron en gran medida después de las jornadas de octubre y noviembre del año pasado, afirmó la politóloga Anahí Alurralde.
“Hoy volveremos a ver porque esta elección tiene una característica que quizá no tuvieron las últimas, es el tema de la identidad. Aquí nos estamos jugando el tema de la identidad, porque en noviembre del año pasado hemos visto un golpe de estado con dos componentes, racista y fascista, pero sobre todo racista”, expuso Alurralde en la entrevista que concedió a Liderazgo de Mujer.
Puso como ejemplo que uno de los elementos que demostró aquello fue la quema de la wiphala y la celebración de mucha gente (11 de noviembre de 2019), en contraposición a la identificación de otros sectores de la población que la rechazaron.
“En la actual campaña electoral volvemos al debate de los dos proyectos de país, uno representado por Luis Arce y el otro el de clasemediero, de tinte racista representado por Carlos Mesa y Fernando Camacho”, describió.
Por otrolado, dijo también que en estas elecciones está en juego, el tema de la economía porque luego de la pandemia por el coronavirus mucha gente se encuentra en una situación muy complicada a lo que se debe agregar la mala administración que se llevó adelante.
“Creo que, al margen de buscar un tema de identificación con él o la candidata, buscan estabilidad económica y cómo entre Luis Arce y Carlos Mesa, las más visibles presentaron sus propuestas. Por un lado, está quien renunció al cargo y pedía limosna para pagar los sueldos, y por otro un exministro de economía que se vivió su trabajo en 12 años y eso tendrá que valorar el votante”, afirmó.
Asimismo, indicó que al margen de las innumerables acusaciones que se hizo contra la candidatura del MAS, un elemento que hasta la fecha no fue demostrado fue el tema del supuesto fraude electoral de las pasadas elecciones.
“La gente tiene que comprender al margen de los apasionamientos, dónde hubo el fraude, han tenido diez meses para hacer y no lo han demostrado. El otro tema que se les cayó fue el hecho de intentar vincular a Evo Morales con la campaña del MAS, pero los hechos muestran que hoy, el expresidente, no está en la carrera electoral, lo que revela que el MAS sigue siendo la primera fuerza política de este país al margen de las figuras o lideres”, señaló.
Por eso afirmó que el fraude no existió y que solo se constituyó en una narrativa con la que se pretendió enlodar una gestión gubernamental, especialmente creado en las redes sociales y por ese motivo sugirió hacer una analogía de los hechos para determinar el costo que pagó la sociedad boliviana impulsados por intereses de sectores históricamente privilegiados (élites cruceñas y paceñas, de las cuales siempre ha sido aliada la Iglesia Católica).
“Son hechos históricos que no tenemos que dejarlos en el olvido tenemos que ser parte de la construcción de la memoria histórica (pueblo que no reconoce su historia está condenado a repetirla). En ese sentido esta carrera electoral ha desmontado los discursos implementados en 2019, además del tema regional”, afirmó.
Lamentó que como resultado de la presencia de algunos grupos de choque como los denominados “resistencia k’ochala”, en estos diez meses de gobierno de Jeanine Áñez se conformaron grupos paramilitares, que se convierte en otro componente que el domingo hay que tener presente y mucha atención.