Se fue un «maestro» del periodismo

by Liderazgo de Mujer

Por Gonzalo Pérez Béjar

La mañana de este miércoles una nefasta noticia empezó a circular por las redes sociales. Falleció un maestro del periodismo y la academia, Edwin Flores Araoz, dejo este mundo derrotado por la pandemia que no da tregua a nadie.

Esta enfermedad se nos llevó a muchos seres queridos y entre ellos a amigos y destacados profesionales que como ellos ya no existen en el ámbito del periodismo.

Don Edwin, como siempre lo llamaba, fue uno de los periodistas que junto al “Gordo” Gutiérrez (+) que trabajaba en Última Hora, Delfín Arias de Presencia, Carlos Tellería (Erbol) o Edwin Miranda por Los Tiempos se disputan las aperturas (patadas) en la década de los conflictivos años 90 del siglo pasado en los medios impresos en el área de seguridad.

Siempre con esa gracia y amistad don Edwin que trabajaba en la agencia ANF, era todo un sabueso del periodismo porque no dejaba pie puntilla a la forma de encarar la información que se generaba en  Seguridad.

Un novel periodista al lado de tremendos reporteros sino seguía con paciencia sus pasos debía dejar la profesión y dedicarse a otra cosa.

Se viene a la mente que cuando me uno a ese grupo de periodistas aprendí que las pepas no se las conseguía en las conferencias de prensa o los actos solemnes que organizaban las Fuerzas Armadas y Policía; sino era en los controles de charla amena con los protagonistas de la seguridad del Estado.

En una conversación amena con el jefe de Inteligencia de la Policía Bolivianas o responsable del Departamento II d l Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas, eran los que en su momenti podían dejar escapar una novedad que involucraba a toda la seguridad de la Nación y podía poner en una encrucijada al Gobierno. Por eso, luego desde el Ministerio de Defensa y de Gobierno se prohibió que los periodistas participen de los brindis, para.evitar fuga de información.

Ahí estaba don Edwin quien con una segunda grabadora, porque la primera me la dejaba para que se la cuide en la conferencia de prensa, obtenía lo que buscaba.

En esos momentos no había teléfono celular y menos internet para googlear la información; era la experiencia de hacer buen periodismo lo colocó entre los más destacados profesionales de la información de su época y quedó plasmado en las páginas de la historia Bolivianas.

Su partida don Edwin duele de verdad, porque los que lo conocieron deben saber la persona que era, un noble profesional que amaba su profesión y que le dio la oportunidad de elegir luego la docencia universitaria para enseñar y formar a nuevas generaciones de periodistas en un mundo donde la tecnología ha superado todas las expectativas posibles.

Hasta pronto don Edwin porque sabe que en nuestra profesión somos arrieras de n la vida. Solo quedará en el recuerdo los contactos que tuvimos por teléfono cuando estaba en Prensa de la Corte Departamentos de Justicia y me ayudó en varias entrevistas y notas con los magistrados.

Ojalá que las generaciones que compartieron el aula universitaria con usted, aprendan de lo apasionante que es nuestra profesión, más aún cuando conseguimos la “pepa”.

Hay muchas cosas que se vienen a la memoria de los innumerables momentos que compartimos en las fuentes donde nos tocó cubrir.

Hasta luego don Edwin paz en su tumba y este seguro que intentaremos seguir sus pasos, mejorar nuestra disciplina periodística, ser rigurosos con el manejo de fuentes y cada vez mejorar nuestra redacción.

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