La enfermería es una de las profesiones más esenciales en el ámbito de la salud, desempeña un papel crucial en la atención y recuperación de los pacientes, una labor exclusivamente femenina que ha relegado a los enfermeros varones a un segundo plano en este campo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, las mujeres constituyen aproximadamente el 87% del personal de enfermería, mientras que los hombres representan el 13%. Si bien esta diferencia varía según la región, la brecha aún es muy amplia. Este organismo destaca la necesidad de fortalecer la fuerza laboral en el área para garantizar una atención sanitaria de calidad.
Al respecto, la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, de El Alto, Milena Arroyo, dijo que es una profesión que interesa a los varones, una rama académica que solo era destinada a las mujeres.
“La profesión de enfermería ha ido actualizándose conforme van pasando los años y no solamente en el ámbito académico, tecnológico e investigación, también en que van interesándose más personas del sexo masculino, si bien antes era considerada una profesión destinada solo a la mujer porque esa idea tenía la sociedad de que enfermería era curar heridas, administrar inyectables, cuidar al ser humano, ya desde el siglo XX la profesión ha demostrado que participa en el cuidado del paciente con fundamento científico, que tiene la competencia de liderar proyectos, realizar actividades de investigación, cuenta con diversas especialidades”, afirmó Arroyo.
A pesar de estos avances, los enfermeros varones enfrentan desafíos únicos, como estereotipos de género y barreras culturales que pueden disuadirlos de ingresar o permanecer en la profesión.
“Considero importante continuar trabajando en mostrar el valor que tiene la profesión de enfermería y el aporte que realiza al sistema de salud, que un profesional de enfermería ocupa cargos de jefatura, gerencia y lidera proyectos, actividades que puedan realizarlas ambos tanto hombres como mujeres”, añadió Arroyo.
En América Latina y el Caribe, la demanda de profesionales de la salud sigue en aumento. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que la región necesitará alrededor de 8 millones de enfermeros adicionales para el año 2040, lo que subraya la importancia de atraer a más hombres a la profesión para satisfacer esta creciente demanda.
Texto y foto: Unifranz