La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) prevé que la producción de soya de la campaña de verano 2024-2025 llegará a 2,3 millones de toneladas métricas (TM) de grano, lo que marca una recuperación del 53% en comparación con lo alcanzado en verano 2023-2024 (1,5 millones de TM).
“Esta producción de 2,3 millones de toneladas de soya es suficiente para garantizar el abastecimiento del mercado interno, que requiere unas 800 mil toneladas anuales para satisfacer las necesidades de harina solvente del sector pecuario y de aceite comestible para la población”, afirmó el presidente de Anapo, Fernando Romero.
Mencionó que durante la campaña de verano fueron sembradas 1,2 millones de hectáreas de soya que nos hacen prever una producción de al menos 2,3 millones de TM de grano, en medio de las adversidades climáticas de sequía en algunas zonas productivas y de persistentes lluvias.
Esta producción se realizó a pesar de las afectaciones climáticas por las lluvias persistentes en la producción de soya de esta campaña, se garantiza el abastecimiento del mercado interno y se cuenta con al menos 1,5 millones de TM en excedentes para la exportación, dijo.
Subrayó que habrá una mejor producción de grano de soya que la campaña de verano 2023-2024, cuando como resultado de la fuerte sequía solo se produjo cerca de 1,5 millones de TM.

Trabajo de las cosechadoras.
Hasta el pasado fin de semana se tenía un avance de un 20% de la cosecha, puesto que las lluvias persistentes impedían el proceso de la cosecha. Pero, a partir de esta semana, con la mejora de las condiciones climáticas -dijo Romero-, “las maquinas cosechadoras ingresan sin pausa para acelerar el proceso de cosecha y concluir hasta mediados de mayo”.
Exigió de nuevo al Gobierno central la urgente liberación de las exportaciones de soya para brindar certidumbre a miles de productores, principalmente pequeños, que corren el riesgo de no recibir un precio correcto por la producción de esta campaña de verano.
Aclaró que la liberación de la exportación de grano de soya, según lo acordado en 2019, “debe ser de un equivalente al 60% de la producción del año anterior y sin ninguna restricción, cupo o trámite adicional para cumplir el objetivo de mejorar el precio de compra para los productores”.
Asimismo, le recordó al Gobierno que los productores de soya vienen de cuantiosas pérdidas productivas y económicas que sufrieron durante la campaña de verano 2023-2024, considerada la peor en 30 años, por las afectaciones de la sequía.
Texto y fotos: Anapo