Familiares y amigos, consternados por lo sucedido, le dieron el último adiós a María Julia, madre de 20 años, estrangulada por su expareja quien tras admitir el crimen fue sentenciado a 30 años de prisión sin derecho a indulto. Este nuevo caso de feminicidio ocurrió el martes 24 de septiembre en el fronterizo municipio de Puerto Suárez.
María J. F. C., de 20 años fue encontrada sin vida al interior de la habitación donde vivía con su concubino Luis J. D. L. de 30, informó el fiscal Departamental de Santa Cruz Roger Mariaca.
El cuerpo de la víctima fue llevado a la Morgue del Hospital Príncipe de Paz del municipio de Puerto Quijarro, donde se determinó como causa de la muerte asfixia mecánica por estrangulación a lazo dijo Mariaca.
Según el informe de la fiscal asignada al caso, Fabiola Paco, el hecho se registró el 24 de septiembre de 2024, a horas 02.45, aproximadamente, cuando la pareja se encontraba consumiendo bebidas alcohólicas en su domicilio, fue entonces que sostuvieron una discusión que habría derivado en una pelea, en esas circunstancias se presume que el hombre asfixió a la mujer con una toalla, después el sujeto traslado a la víctima al hospital Príncipe de Paz, indicando que ella intentó quitarse la vida y el personal de emergencias, al percatarse que no tenía signos vitales, dio parte de lo sucedido a la Policía.
El sujeto fue aprehendido en el hospital como el principal sospechoso de la muerte de su concubina y una vez iniciadas las investigaciones, durante la requiza del lugar del hecho, se encontró un bolsón verde que contenía 18 paquetes ovoides forrados con cinta masking que contenían una sustancia verduzca y sometida a la prueba de campo dio positivo a marihuana, por ello, se abrió otra investigación por el delito de Tráfico de Sustancias Controladas.
El hombre acusado de haber quitado la vida a María Julia, admitió su delito y fue sentenciado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto, como señala la ley 348 en este tipo de hechos de violencia de género.
Entierro
La joven madre, víctima de feminicidio, quien deja un hijo de dos años en orfandad fue enterrada el viernes hasta el Cercado para que la familia le diera el último adiós. Trabajaba como costurera en Brasil, informó la Red Uno, en su portal digital.
Antes de ser enterrada, la progenitora recordó que la joven le pedía ser fuerte en caso de algo le pasara. “Me decía mi hija, si algún día me muero no vas a llorar, yo no quiero que estés triste”, contó con la voz entrecortada. “¡Te esperaré hijita!”, exclamó la madre de María Julia quien no acepta su muerte. «Prefiero pensar que ella se fue a Brasil, que volverá algún día, la esperaré cada mes”, fueron sus últimas palabras.
Texto: Liderazgo de Mujer, FGE, Red Uno
Foto: Red Uno