Imaginar otro periodismo que esté cerca de la ciudadanía, sienta y palpite sus inquietudes puede ser una alternativa y en esa línea Alianza por la Solidaridad Actionaid patrocinó el taller “Narrativas Inclusivas” para periodistas. Actividad que se realizó el martes 30 de abril en el hotel Torino de la ciudad de La Paz.
“Abordaje de los derechos laborales y políticos de las mujeres desde los medios” fue la temática presentada a los asistentes guiados por técnicos de Alianza por la Solidaridad en una jornada de autocrítica y reflexión sobre cómo es el trabajo actual de los periodistas a tiempo de abordar temas de género.
Para el efecto, presentaron tres temas: uno información sobre la situación de los derechos laborales y políticos de las mujeres, y los aspectos necesarios de promover desde el periodismo para avanzar, plasmados en una cartilla donde se hace referencia a los temas mencionados.
En el segundo brindan algunas buenas prácticas que se pueden llevar adelante desde el manejo periodístico. Tercero, links de recursos que servirán para el desarrollo de las actividades periodísticas.
Situación de los derechos laborales: Se informó que en Bolivia existe un déficit de trabajo digno para las mujeres. La tasa de desempleo en Bolivia es del 4.3% (2019) y actualmente es de 5.3%, pero durante el primer año de la pandemia saltó a 8.6%. “Hay más mujeres desempleadas que varones”, afirma el estudio.
En cuanto al empleo informal, señala que mayoritariamente está conformado por mujeres. El 85% de las personas que trabajan pertenecen al sector informal. De ese total 87% son mujeres.
Los ingresos por desempeñar el mismo trabajo la brecha salarial es diferente, porque el 27% de las mujeres percibe un ingreso laboral igual o menor al salario mínimo nacional; en cuanto el 38% de los varones percibe un ingreso laboral igual o menos al salario mínimo nacional.
La violencia laboral afecta más a las mujeres que a los varones. Violencia laboral definida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como cualquier incidente en el cual una persona es abusada, maltratada o discriminada en circunstancias relacionadas a su trabajo, como despido injustificado, discriminación del trabajo por el estado civil, trato desigual en comparación a los varones, hostigamiento y acoso laboral, amenazas de despido y críticas por ceñirse a los mandatos de apariencia física esperados.
Los derechos laborales de las mujeres y desafíos se pude definir como:
-Misma remuneración a mujeres y hombres, por un trabajo de igual valor.
-No discriminación e igualdad de trato en material salarial.
-Conciliación de la vida personal, familiar o laboral.
-No discriminación por embarazo, maternidad, lactancia y responsabilidades familiares.
-Tolerancia, y flexibilidad de horarios para asistir a actos procesales para mujeres en situación de violencia y testigos.
-Descanso de 45 días antes y 45 días después del alumbramiento.
-Las mujeres pueden jubilarse a partir de los 58 años y retirarse tres a los antes (a los 55), cuando contribuyan durante al menos 10 años, o descontando un año por cada hijo/a.
Las trabajadoras asalariadas del hogar tienen derecho a un salario mínimo legal, pago de horas extraordinarias, una jornada de 8 horas si trabajan fuera de casa, derecho a descanso y vacaciones y a ser afiliadas a la Caja Nacional de Salud.
Desafíos
Entre los desafíos están, el que Bolivia hasta la fecha no ha ratificado el Convenio 190 de la OIT y su Recomendación 206, que tiene como objetivo que las mujeres puedan trabajar en un entorno sin violencia y sin ser acosadas.
Los artículos 3 y 46 de la Ley General del Trabajo son discriminatorios contra la mujer porque señalan que las empresas no pueden contratar a una cantidad superior de 45% de mujeres y que su jornada laboral debe ser máxima de 40 horas semanales, frente a las 48 horas en el caso de los varones.
Las trabajadoras asalariadas del hogar no tienen derecho a la jubilación ni pensiones.
Los costos del trabajo de cuidados y tareas domésticas se concentran en las familias, sobre todo en las mujeres (cuidado de adultos mayores y personas con discapacidad) y el Estado no los asume. “Se requiere una ley que establezca un sistema nacional de cuidados que permita equilibrar esto”.
Mujeres en la política
En la actualidad es un gran desafío, para las mujeres, ocupar un cargo de poder y toma de decisión, como los hacen los varones “debido al gran nivel de machismo que prevalece en el espacio político desde el cual operan muchas estrategias para excluirlas, señala la cartilla.
Ante ese panorama se plantea: Participar en la formación, control y ejercicio político en equidad e igualdad de condiciones entre hombres y mujeres, establecida en la CPE.
A la paridad (50% mujeres y 50% varones) y alternancia en las listas de candidaturas y si la mujer es titular el varón será suplente y a la inversa.
Finalmente, estar libres de acoso y violencia política cuando son electas, designadas o están en ejercicio de la función político pública (Ley 243), no cubre a los sindicatos y que “representa un desafío la promulgación de una norma que las ampare de violencia sindical”.