Para las citas este 14 de febrero, día de San Velentín (o día del amor) Campos de Solana tiene la sugerencia de vino para acompañar la mesa romántica, se trata de Rosé, Encuentro y Marselan, tres opciones que se complementan con el brunch, almuerzo y cena.
“La bodega cuenta con un abanico de vinos para compartir con nuestros seres queridos cada momento especial y en todas las etapas de nuestras vidas. Para el Día del Amor deseamos sugerir tres etiquetas que sumarán a la experiencia en las citas para celebrar el amor. Nuestro espíritu innovador nos ha llevado a diseñar vinos ganadores de medallas y reconocidos por expertos enólogos internacionales”, sostuvo el Brand Manager de Campos de Solana Mauricio Kolle.
Rosé: Un vino para saludar el amor
El día comienza con un delicioso brunch; la mesa está servida con yogurt de frutas, sándwiches y pan dulce. En esta oportunidad se presenta el vino Rosé, que concentra el carácter frutal de la cepa Tannat y la elegancia del Malbec, lo que resulta en un vino rosado muy agradable al paladar y con gran versatilidad.
Almuerzo, miradas, conversación y un buen vino
La bodega ha diseñado un vino ideal para aquellos encuentros especiales. El Arte del Encuentro irá perfecto con los platos con carne a las brasas y los menús tradicionales bolivianos o tabla de charcutería, durante el almuerzo. Esta etiqueta es un elegante coupage de las cepas Tannat y Malbec, tiene un color rubí intenso con un gusto bien equilibrados y taninos suaves.
La noche romántica se brinda con un Marselan
El vino Marselan fue lanzado al mercado en 2021 y ya es el favorito de muchos paladares por su gusto bien estructurado, con mucha fruta negra y roja, taninos sedosos, gran frescor y especias exóticas.
Marselan es un vino joven, muy afrutado y con volumen de boca; estas características lo convierten en una excelente opción para maridar con el pavo relleno
Estos vinos están disponibles en los principales restaurantes del país, en supermercados, licorerías y disponibles a través del e-commerce www.licorhouse.com.
Texto y foto: Campos de Solana