El 25 por ciento de esta población dejó de trabajar, con lo cual perdió su sustento.
La pandemia del covid-19 definitivamente afectó a toda la población, bien sea en términos de salud, económicos o sociales. No obstante, el grupo poblacional que más ha sentido las consecuencias del coronavirus son las mujeres que viven en la informalidad.
La situación de las mujeres informales es particularmente preocupante, puesto que cuentan con menores ingresos y además no están cubiertas bajo un sistema de protección social, además de que muchas de ellas son cabeza de sus hogares, por lo que el sustento de este núcleo familiar depende del sustento que se deriva de su actividad.
A pesar de que se han presentado medidas para favorecer la reactivación, según el más reciente informe de la Alta Consejería para la Equidad de la Mujer, el panorama para las mujeres que viven en la informalidad es el más crítico dentro de los grupos poblacionales.
Según el documento, en 2018, el 61 por ciento de las mujeres que tenían una ocupación estaban en la informalidad, es decir el equivalente a 5,7 millones de mujeres, mientras que en el año 2020, y hasta agosto, 1,5 millones de mujeres informales dejaron de trabajar, representando así el 25 de las mujeres ocupadas en la informalidad, en contraste con los hombres, en los que esta cifra llegó al 17 por ciento.
Es decir, una de cada cuatro mujeres que estaban en la informalidad perdieron su actividad de sustento durante este año.
“Este porcentaje es el más alto al compararlo con el resto de grupos de trabajadores”, indica el informe de la consejería.
Se espera un aumento en la pobreza de 3 puntos porcentuales, lo que se traduce en 734,483 mujeres que caen en la pobreza.
El documento agrega que las mujeres informales tienen una vulnerabilidad aún mayor, en la medida en que reciben ingresos laborales promedio cercanos a los 450 mil pesos mensuales; este es el menor ingreso de todos los grupos de trabajadores, incluyendo a los hombres informales quienes percibían unos ingresos promedio de 683 mil pesos mensuales.
“En lo que a las mujeres se refiere, en el escenario base observamos que se espera un aumento en la pobreza de 3 puntos porcentuales, lo que se traduce en 734,483 mujeres que caen en la pobreza. Por su parte, en el escenario más pesimista, se esperarían 2,214,851 mujeres pobres adicionales, es decir un incremento de 9,03 puntos porcentuales en la tasa de pobreza”, manifiesta la entidad.
Hay que tener en cuenta que las vulnerabilidades que experimentan las trabajadoras informales se expresan no solo en términos económicos, sino también en otras esferas como el acceso a salud, a información y en general, a un sistema de protección social en el cual no pueden acceder a subsidios de desempleo o cotizar a un sistema de pensiones.
“De igual manera, trabajan en sectores que no permiten un adecuado distanciamiento social, y que muchas veces requieren de desplazarse a sus lugares de trabajo para realizar las actividades laborales”, dice el informe.
Para mitigar estos efectos, el gobierno colombiano ha puesto en marcha dos programas adicionales como lo son Ingreso Solidario y la devolución del IVA, que favorecen principalmente a esta población.
Ingreso Solidario consiste en asignarle $160.000 mensuales a 3 millones de hogares colombianos que se encuentran en condición de pobreza o vulnerabilidad, y que, además, no pertenezcan a ningún programa social. Por su parte, la Devolución del IVA consiste en una compensación bimensual de 75.000 mil pesos a los hogares con los puntajes más bajos.