El gerente general de The Landmark Group (TLG), Gustavo Pereyra, afirmó que habitar un espacio que fue construido con materiales nobles como el hormigón y la madera, que tiene contacto con la vegetación, que cuenta con importantes entradas de luz y de viento y posee una arquitectura “desnuda” beneficia -o afecta, según el caso- el estado de ánimo, el rendimiento y la estabilidad de una persona.
“Estos espacios verdes y ecológicos destacan por tener un alma de casa porque además de duraderos, reducen su impacto en la huella ambiental y generan bienestar entre sus habitantes e incluso influyen directamente en la productividad”, sostuvo el experto.
En esa línea señaló que habitar un espacio que ha sido construido con materiales nobles, que valora desde su diseño la interacción con las plantas, que toma en cuenta la luz, el ahorro de energía, el agua y el viento, se convierten en una importante ventaja que le brindan a su propietario una conexión natural con la vida.
Por ello Pereyra sugiere cuatro importantes factores para tener en cuenta:
1. Reducción del estrés financiero:
Las residencias que son desarrolladas con materiales amigables con el medioambiente, con amplias entradas de luz y de aire y en contacto con la naturaleza generan una mayor durabilidad y permiten un menor consumo de energía eléctrica, de agua e, incluso de esfuerzo físico.
2. Calidad de vida en conexión con la naturaleza:
Las personas que conviven diariamente en contacto con la naturaleza tienen un principio de respeto por la vida, de responsabilidad para cuidar cada especie y de equilibrio emocional en sus actividades diarias.
3. Ambientes saludables con menor cantidad de ruido:
El hecho de no usar materiales tóxicos que puedan perjudicar de alguna manera el equilibrio del cuerpo; hace que las viviendas ecológicas sean más saludables que las convencionales.
4. Ahorro económico y confort garantizado:
Adquirir y habitar una vivienda ecológica reducen los costos a largo plazo a pesar de que en un inicio la inversión sea un factor importante.
Texto y fotos: TLG