El Observatorio para la Exigibilidad de los Derechos de las Mujeres, presentó en las últimas horas su propuesta de seis ejes para frenar la violencia y feminicidios contra las mujeres que en Bolivia es cada vez más preocupante.
El documento enviado a la Redacción de Liderazgo de Mujer hace énfasis en recordar los primeros casos que se registraron a principios de año.
En ese sentido se recuerda lo ocurrido con Ludy que ingresó la última noche del 2020 al Penal de Villa Busch en Cobija a visitar a su esposo Ivis NN, a las 07.00 del primer día del nuevo año (2021) la encontraron muerta, ese mismo día, Eulalia y Leonor fueron asesinadas por sus parejas; la primera en Quillacollo; la segunda en Montero.
Unos días después, hallaron a María sin vida en Ivirgarzama, Cochabamba; días despues Lilian y Silvia fueron asesinadas con arma de fuego, a Lilian la mato su expareja en San Julián y a Silvia su esposo un militar en retiro en Trinidad Beni y todavía en el primer mes del año a Karen en Oruro.
Luego cuestionan ¿cómo frenar esta masacre de mujeres y otros tipos de violencia?, ¿qué hace la sociedad civil, autoridades y medios de comunicación?.
En ese sentido el Observatorio para la Exigibilidad de los Derechos de las Mujeres propone trabajar los siguientes ejes:
1) Modificación y aplicación de la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia
2) Búsqueda de un Sistema de Justicia sensible al género e intercultural:
3) Servicios de calidad con garantías y condiciones seguras
4) Diálogo democrático multiactor sobre despatriarcalización, derechos de las mujeres y no a la violencia hacia mujeres y niñas
5) Igualdad formal vs Igualdad sustantiva en la aplicación de las leyes
6) Políticas públicas integrales de no a la violencia
Primer Eje: Emplear a personal competente y sensible en toda la cadena de prevención, atención y reparación de víctimas de violencia.
Exige garantizar el funcionamiento del Sistema Integral Plurinacional de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia en razón de género (SIPPASE) con la asignación de recursos humanos y financieros suficientes.
Segundo eje: Plantear un nuevo sistema de justicia penal para que los jueces y las juezas analicen los casos de violencia a partir de los estándares internacionales de derechos humanos.
En esa perspectiva, exige “insertar la perspectiva de género en las etapas procesales” para determinar, en el momento del crimen, la desigualdad de poder entre el agresor y su víctima. Esta forma de análisis de los hechos permitirá que la calificación penal sea la más adecuada a las condiciones en las cuales sucedió el caso violento.
Tercer eje: Se Propone la creación de centros de servicios de atención especializados para garantizar calidad y calidez hacia las mujeres en situación de violencia (Ley 348)
Solicita, además, inamovilidad de funcionarios de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, como también desde los SLIMS, e implementación de estrategias de los gobiernos municipales para atender y captar denuncias de violencia física, psicológica y sexual en farmacias u otros centros de abastecimiento de alimentos.
Adicionalmente se exige la coordinación desde los SLIMS con las lideresas comunitarias en los casos de violencias contra las mujeres y los feminicidios
Cuarto eje: Promover el diálogo y la comunicación no violenta en los ámbitos privados y públicos.
Eliminar los patrones socioculturales discriminatorios y machistas que influyen en las actuaciones de los/as funcionarios/as en todos los niveles de la rama judicial, lo que se traduce en un número aún ínfimo de juicios orales y sentencias condenatorias que no corresponden al número elevado de denuncias y a la prevalencia del problema”, agrega.
Quinto eje: Propone que se destinen recursos económicos, presupuestos sensibles a género PSG garantizando la aplicación de la Ley 348 y sus mecanismos.
Como urgente sugiere “trabajar en la sensibilización y el desarrollo de capacidades en todos las y los funcionarios públicos, especialmente los operadores de justicia, para mejorar los registros de feminicidio y dar respuestas acordes al enfoque de derechos humanos y a una cultura de igualdad”.
El documento indica que la estrategia de sensibilización debe ser realizada a través de medios de comunicación y redes sociales.
Sexto eje: Se plantea que las Políticas Públicas sean reales y efectivas que incluyan presupuestos y rendiciones de cuentas, además de promover alertas zonificadas o georreferenciadas, con tecnología de punta, para monitorear y expandir la vigilancia en los lugares donde hayan ocurrido los casos.
“Mapeo de los servicios disponibles para la atención de casos de violencia hacia las mujeres (…), y verificación del funcionamiento de refugios temporales para mujeres víctimas de violencia”.
En ese sentido, el trabajo elaborado por el Observatorio para la Exigibilidad de los Derechos de las Mujeres denominado la “Agenda Mínima” es una herramienta para que las organizaciones sociales, activistas y sociedad civil en general, pueda incidir en la exigibilidad a las autoridades nacionales, departamentales y municipales ejecutar los seis ejes señalados para evitar más mujeres asesinadas como Ludy, Eulalia, Zelena, Leonor, Maria, Silvia, Lilian y Karen; y para prevenir otros tipos de violencia contra las mujeres y las niñas en Bolivia.