Pausada y con las palabras bien calculadas la expresidenta de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) El Alto, activista social por los derechos ciudadanos, Fanny Nina, dijo este miércoles que no descarta ninguna posibilidad de postularse para las elecciones subnacionales, pero sin embargo se dio a la tarea de escuchar las innumerables propuestas que le lleguen.
“Me invitan a reuniones para poder ver estas posibilidades, no estoy descartando nada, estoy escuchando porque es bien importante cumplir con varias condiciones, no es así no más (ser candidata), una candidatura tiene que tener potabilidad electoral. Ese es un trabajo de tiempo”, afirmó la dirigenta vecinal en la entrevista que concedió al programa Liderazgo de Mujer que se transmite por radio Cepra 89.2 FM de La Paz.
Sin descartar ninguna posibilidad y ser realista de las posibilidades que tendría, Nina indicó que continuará en tratativas, pero aclaró que, como luchadora social y activista por los derechos ciudadanos, sino es candidata su perspectiva es continuar con la cruzada de hacer respetar El Alto.
En esa perspectiva recordó lo que le tocó vivir como Presidenta de la Fejuve alteña y dirigenta vecinal, y cómo el deseo de cumplir su mandato a pesar de las represalias que le tendieron sus propio compañeros dirigentes de quienes dijo afectó sus intereses y fue el motivo para que la destituyeran (golpearan)
“Cuando estaba en la Fejuve, lo que hice fue cumplir conmigo misma y luchar por las condiciones de El Alto, tenía que cumplir con ese mandato y no he calculado que me iba a pasar después. Con ese objetivo empecé a reclamar atención a la Alcaldía (controlada por Édgar Patana) a quien le reclamaba el centro de salud, obras, adoquinados y peleé contra la corrupción”, apuntó.
Dijo que una de sus labores era hacer respetar un acuerdo que refería a que ningún dirigente debía ser un buscapegas. Ese fue su pecado porque ese criterio sirvió para que muchos dirigentes “descubrí que algunos dirigentes cobraban por la instalación de gas y así lo encaramos a los dirigentes que aducían que el cobro era porque los vecinos no iban a las marchas o reuniones, esas multas se acumulaban; pero eso no significaba que los vecinos paguen, eso no es correcto”, dijo.
Esa postura, dijo que le valió que muchos dirigentes sean sus enemigos y así lo demostraron cuando tuvieron la oportunidad de reunirse con el entonces presidente Evo Morales para expones las necesidades de El Alto plasmada en un pliego de peticiones que contenía la implementación de servicios básicos en todas las zonas;
cumplimiento agenda de octubre 2003; construcción de hospitales de tercer nivel norte y sur; terminal bimodal y metropolitana; seguridad ciudadana; y anulación del 21060, “Eso ocasionó que me den el golpe institucional”.
“Vamos a seguir peleando por los alteños”
“Como mujer no vamos a dejar de luchar desde el espacio que sea y continuaremos con la reflexión y análisis, y a la Fanny nadie la cambia cuando sale a luchar por las peticiones en defensa de los derechos humanos y las personas”, sostuvo.
En esa su labor de luchadora social se la vio por las redes sociales y en las calles con carteles, por ejemplo, que pedía la flexibilización del pago de impuestos al fisco, luego pidió prórroga a las deudas bancarias, entre otras.
También se refirió al tema de las clases virtuales, a pesar de ser buena idea, lamentó que mucha gente no contaba con los recursos necesarios para abastecerse con tarjetas y así tener acceso al internet. “Por qué no tener el servicio de internet gratuito si hay el satélite Tupak Katari, en otros casos los equipos de celulares no contaban con programas que acepten programas como Class o Zoom”.
En cuanto a los bonos que entregó el gobierno de la presidenta Jeanine Áñez, lamentó que muchos de ellos no llegaron al conjunto de las familias más humildes.
“Los vecinos me llamaban para informar sobre el tema de la canasta familiar que no llegaron a todos los vecinos y eso preocupa”, dijo.
Para lograr una verdadera reactivación de la economía nacional, planteó que una de las tareas fundamentales que debe asumir el próximo gobierno es cambiar la matriz productiva, porque en pandemia se demostró que Bolivia no está fuerte en la microeconomía.
“Siempre dependimos de los hidrocarburos y minerales ahora hay que apuntar a la agricultura, tenemos los tres pisos ecológicos, trabajar en las vocaciones productivas en cada departamento, industrializar la materia prima; podemos vender energía eléctrica e impulsar el turismo”, sostuvo.
Por todo ello, agradeció a la población que se comunica con ella para impulsarla a una posible candidatura en las próximas elecciones subnacionales o pedir algún consejo para lograr la atención de las autoridades ediles.
“Estoy agradecida con la gente que me sugirió que pueda estar en un espacio de decisión como el municipio y para llegar a eso por más que un ciudadano tenga ideales o propuestas interesantes que sepa cómo hacer realidad, si no éstas en un partido no puedes hacerlo realidad”, indicó.
Por eso insistió que su condición de mujer luchadora, heredada de la familia que la vio crecer en el centro minero de Caracoles, donde su padre fue perseguido en el gobierno de René Barrientos Ortuño y sobrevivo a la masacre en Sora Sora (agosto de 1964) y vivir en carne propia los golpes de estado impulsados por Alberto Natusch Busch (1 de noviembre de 1979) o Luis García Meza (17 de julio de 1980) cuando se utilizó un helicóptero para disparar contra la población la impulsó ser como es. “Una mujer que insiste y no se deja derrotar por las adversidades”.